viernes, 21 de marzo de 2008

Hotel shopping on a saturday night!



Pues ya no estoy soltera. Era de esperarse, nunca suelo estar soltera por mucho tiempo y estoy orgullosa de decir que conocí a mi amorcito gracias a mi blog. Solía leerme, lo cual es excelente porque así ya sabia que esperar en muuuuchas cosas. Aunque bueno, no voy a ahondar mucho sobre mi nueva relación, sino de algo que me paso andando con ella.

En los 3 años que llevo viviendo en Caracas nunca había tenido la necesidad de ir a un hotel. Yo vivo en un apartamento que a pesar de ser compartido generalmente esta solo y me permite portarme mal casi cuando yo quiera. Pero este fin de semana fue la excepción, ya que estaba de visita una amiga de mi hermana, se iba a quedar todo el fin lo cual arruino mis planes de ver una peli tipo tranquilo y quien sabe que mas con mi L.

El sábado pasado, (fucking sábado de quincena) estaba con L en el apartamento. Habíamos venido solo para que yo me cambiara porque andaba en ropa de trabajo, pero el cuarto solito, yo cambiándome, ella muy observadora, estrellitas en el ambiente…. Bueno, empezamos a hacer cositas… En pleno you know, escuché la puerta… ¡La amiga de mi hermana! pensé... L me dice que no escuchó nada, que sigamos pero en ese preciso instante E, la amiga de mi hermana, me manda un mensaje de ¡Buenas noches, ya estoy en casa!... ¡Fuck! ¡Yo sabía que había escuchado la puerta! Tengo 3 años viviendo aquí y no es primera vez que escuchar esa puerta me hace dar un mega brinco de susto y/o infarto. Me vestí rápidamente y le dije a L que se quedara en el cuarto. Salí a la sala a recibir a E ya que en los dos días que ella tenía en el apartamento era primera vez que la veía. Me preocupaba enormemente que me quisiera dar un abrazo o un beso dado que en nuestro jueguito en el cuarto se nos había ocurrido usar un aceitito caliente de fresa y mi olorcito nocturno a cóctel de frutas con otra cosa podía llegar a ser medio sospechoso para alguna mente alerta. Afortunadamente al saludarme no lo notó (o no dijo nada) y nos instalamos en la sala a echar cuento por unos quince minutos. No sabía si llamar a L para presentarla o mantenerla escondida en el cuarto. Eventualmente despaché a E a su cuarto esperando con los dedos cruzados que cerrara su puerta para poder sacar a L del mío e irnos del apartamento sin que nadie viese nada. Increíblemente E cerró la puerta lo suficiente para que L se escabullera y saliéramos por la puerta principal sin ningún problema.

Ahora, la raíz de nuestro problema empezó justo allí… Nos quedamos con las ganas… empezamos la obra y no la terminamos… abrimos el telón a la mitad. Nunca he sido fan de usar el carro como escenario sexual. No es que crea mucho en lo de la mala suerte y eso, sino que no se… allí se monta mucha gente… y no se… manía mía quizás… el punto es que, aunque lo he hecho, no me gusta. Después de mucho tira y encoge frente a su casa, que si, que no, que tal vez, que ya, que ahora, que luego, que nada… decidimos irnos a un hotel.

Yo estaba emocionada, era mi primera vez en un hotel capitalino. Back en Barquisimeto había recorrido un montón: desde el más feo (el Peregrino, frente al terminal) hasta el más bonito (El Príncipe) pasando por los respectivos moteles y tiraderos: El Acuario, el Aladin, La Rinconada, El Cardenal, El Evelin y mi all time favorite, el Regina y su suite Tokio, donde una vez me vio entrar una prima de una pana de la universidad. Thank god ya mi pareja había entrado! Cabe destacar que en la mayoría de estos sitios no dejan entrar parejas del mismo sexo (pueblos de shit….) nosotras entrábamos porque ella le quitaba la cedula al hermanito y pasábamos por la ventanita su cedula, el money y listo.

En fin, divago burda como siempre. Entonces, como yo no conocía ningún hotel le dije a L que estaba abierta a cualquier sugerencia. El muy confiable Dallas Suites sugirió ella, al final de la Rio o algo así (Yo soy burda de desubicada en el mapa). Fuimos y había cola para entrar… después que pasaron como 3 carros, un vigilante le hace seña al taxi que está delante de nosotras que ya no hay habitaciones. Oh fuck. Que triste el pobre chamo de ese taxi. No solo tiene que dejar su quincena pagando el hotel, sino que andar recorriendo hoteles en un taxi a las 12 de la noche tampoco le debe haber salido nada económico. Después de allí agarramos a probar suerte en hoteles decentes, es decir, los que no cobran por hora. Fuimos al Embassy, nada. Al Cumberland, nada. Al Lincoln, nada. En el Hotel Las Américas, si había, pero a 570 la noche. Too much. Para pagar una cantidad así preferible pagar una tarifa weekend en cualquier 5 estrellas de verdad.

Después de allí nos fuimos al Rosal. Recorrimos el Gilmar, otro de los Dallas (Creo que era el American Dallas pero me parece que habían 2 de esos en esa calle) y otro cuyo nombre no recuerdo. The Hotel se veía como too pricey así que en ese no preguntamos. Quedaba la calle de los Hoteles. Dimos la vuelta y después de pasar por varias funerarias y hotelitos feos y llenos de gente en la entrada caímos en el Aladin. ¡Bingo! Aquí si había. Los precios no eran nada módicos y no había habitación Standard, solo Junior. Realmente tanta vuelta nos estaba mareando así que decidimos quedarnos nuestras próximas 4 horas en la habitación 408. Estacionamos en S2, tomamos los ascensores al piso 4, no hubo ni un moro en la costa, y entramos a nuestra adquisición temporal.

Se notaba que ninguna de las 2 éramos personas de hoteles. Resulta que entramos y todo está apagado. Le dábamos a los interruptores pero parecía que todos eran de adorno… ¿Qué rayos? Yo no quiero estar llamando a recepción para ningún cambio de habitación! ¡Que egg! Vimos un cosito extraño en la entrada y se me ocurrió la brillante idea de meter la llave allí. ¡Oh! ¡Y se hizo la luz, el aire acondicionado, el tv y todo lo demás!

Otra cosa que me pareció muy graciosa es que justo después que llamamos a Room Service para que nos trajeran agua, nos dimos cuenta que en el cosito ese que gira estaba no solo una jarra de agua y hielo sino además una mini botella de champagne. ¡Mas fino! (Si, ¡Soy de pueblo! En los moteles de Barquisimeto no regalan botellitas así de cute) No aguanté y le tomé una fotito antes de abrirla… You know, para el recuerdo de mi primera vez en un hotel capitalino J

Nos fuimos como a las 5 de la mañana, bajamos y cuando estábamos arrancando un chico muy educado que se puso de espaldas y todo para no detallarnos (la discreción en el hotel es excelente) nos pidió la llave. Chequearon la habitación y good bye lovers!

Desafortunadamente no me pude traer un jaboncito ya que abrimos los 2 que pusieron (yo colecciono jabones de hoteles, así que si alguien tiene que no necesite son bienvenidos)

Mi consejo: (aunque según L la única persona en el mundo que no sabía eso era yo) Nunca vayan a un hotel un viernes o sábado de quincena a las 12 de la noche…. Van a rodar mucho antes de…

sábado, 1 de marzo de 2008

Estoy soltera (II) (Still....)

Ya van mas dos semanas desde que empecé mis 3 tareas, me enorgullezco de decir que he cumplido las 3, aunque una de ellas no con muy buenos resultados. Lo primero que hice fue salir a comprar ropa más nice and chick, pero siempre conservando mi estilo, unos zapaticos beige tipo ballerina y par de camisitas marrones, pero no como mis usuales swetercitos tipo prep.-girl sino camisitas más pegaditas y con escote, jaja, para mostrar que mis razones son blanco-leche y muy poco poderosas si soy sincera. Pero en fin, los resultados han sido buenos, people looking, y mis propios compañeros me dijeron que me veía bien, más fresca y aparentaba menos edad, lo cual me complace enormemente… No veo el día en que me vuelvan a pedir cedula por parecer menor y no por parecer colombiana indocumentada.


Mi segunda tarea era iniciar una conversación de dieta con alguien. Esta segunda tarea me vino como anillo al dedo porque resulta que donde trabajo había una convención de Herbalife… pues, fue muy muy fácil hablar de dietas y salud con esa gente, tanto que más de uno se quedó pegado intentando venderme las benditas merengadas esas, pero no no, lo mas que acepté fue un chocolate de dieta que me regaló uno de los chamos. Por último, mi tercera tarea fue la que falló. Dos veces le intenté sonreír a la chica de la hojita. Ahora fue ella la que ni levantó la mirada! ¿Más o menos? ¿Por qué pasó de saludarme casi todos los días a ni verme? No se que hice, debe ser que mis días y días de antipatía la cansaron. Anyway, nada de que preocuparse, ya tengo otra cosa en mente.

Otra buena noticia para mi es que estoy en 66, un kilo menos que el post anterior, faltan 6 mas y estaré tal como estaba cuando me gradué :) ... Algo mas que agregué en mi camino a la gloria fue pintarme el cabello de otro color. Me encantaba el color que tenía, pero ya las raíces estaban haciendo de las suyas así que compré un color avellana para aclararlo solo un poquito más. Mi mamá me lo estaba pintando de vuelta en mi pueblo el fin pasado y apenas salí del baño y me vi en el espejo me di cuenta que me había quedado amarillo tierrua!!! No se, era un color extraño, como bachaco claro o popo de bebe, horrible!!! Tuve que mandar a mi hermana a comprarme un tinte negro y aplicármelo encima para ocultar los resultados del accidente anterior. Afortunadamente me quedó castaño oscuro, pero el susto del día fue espantoso. Cosas que pasan cuando uno intenta ser bella sin tener que ver las estrellas.