Tertulia sabatina

La semana pasada fui con Galli, TC y su novia a una tertulia o “conversatorio” de la fundación Reflejos de Vzla. Todo empezó porque le dije a Galli, que es la Srita Relaciones Publicas, que necesitaba conocer más gente, así que ella me invito a que fuera con ella a unos cineforos y tertulias que hace la gente de esta fundación.

Realmente no sabia ni quienes eran ni de que se trataba, lo único que pregunte fue ¿Hay estacionamiento? Y al tener uno muy cerca, decidí ir. Cuando llegó a mi casa ese día lo primero que dijo fue:
- ¿Cargas medias sin huecos?
- ¿Más o menos la pregunta?
- Es que son budistas… y hay que quitarse los zapatos al entrar en la casa…
- Ah… bueno si, no tienen huecos… aunque están como percudiditas pero no me las voy a cambiar.

Así que buscamos a TC y a su novia y nos dirigimos al Márquez a casa de Elena, la fundadora de la fundación (valga la redundancia). Compramos algunos snacks para llevar y llegamos al sitio. Elena me pareció una señora que transmitía una paz increíble. Psicóloga tenía que ser. A mi los psicólogos me cohíben un poco. Siento que tengo que pensar muy bien las cosas antes de hablar acerca de cualquier tema. Siento que siempre me están psicoanalizando. Anyway, entramos, yo me estaba haciendo del 1, pero me daba pena interrumpir la “tertulia” porque apenas llegamos comenzó, y ellos casualmente ese día decidieron hacer el experimento de lanzar la tertulia en vivo por la radio online que tienen. Si yo iba sin muchas intenciones de hablar sino solo de escuchar, pues al enterarme de eso pues por supuesto que menos iba a hablar!

La audiencia era diversa. Chicas haciendo sus trabajos de tesis, una Sra. que no se quitaba sus lentes de sol, un chico muy agradable que aparte de Elena era como un pseudo director del programa de radio ya que el daba el micrófono a los participantes, lo quitaba, hablaba, etc etc etc, un/una agradable Sr./Sra. que tenia al lado que estaba teniendo las b**as de cambiarse de sexo a los cuarenta y picote, una trasvesti con un chico que al parecer era hetero, la esposa de la Sra. Elena, y nosotras. Mas tarde llegó otro grupito con una Sra. que era idéntica a una amiga de mi mama, una gordita medio tímida y una carrito que tenia treinta y cinco pero aparentaba como 20! Necesito su receta de la juventud.

Anyway, el tema del día era “Como nos ven, como nos vemos”. Cuando Galli me dijo eso en el carro y gracias a mi ignorancia en temas como esto de grupos, tertulias y demás TC y yo empezamos a divagar.

YO: -Aja, pero me tengo que parar así como que “Mi nombre es X y soy lesbiana” o que?! Porque eso de andarlo diciendo a los 4 vientos y delante de gente que ni conozco como que no es lo mío.
TC: ¿Como me veo? Mnnn… No se…
YO: ¡TC yo te veo como gordita! Jajajaja.
GALLI: Bueno yo me veo buenota!
YO: O sea porque para empezar no diría que soy lesbiana… lo que pasa es que a mi no me gustan las etiquetas…
TC: O sea bisexual… Todos lo que no le gustan las etiquetas son bi!
YO: Yo no soy Bi, solo que no me gusta descartar así de plano… O sea, ¿Que pasa si cuando cumpla 40 me enamoro perdidamente de un tipo, le voy a decir que no porque he sido gay toda la vida? No… Cero etiquetas para mí.
GALLI: Yo me veo como carrito barbie.
TC: Yo me veo como con hambre…

Y así toda una conversación absurda acerca de cómo nos vemos, todas muy libres y extrovertidas, pero cuando llegamos allá todas calladitas. Solo hablaron Galli y la novia de TC. Galli comentó acerca de la experiencia de decirle a su mama, y como lo que la motivó a hacerlo fue la muerte de Nema, una muy querida amiga de nosotras. La novia de TC básicamente hablo de que ella siempre se había sentido atraída por las mujeres pero que eso no le cambiaba su status de mujer. Allí Elena empezó a hablar acerca de la identidad sexual e identidad de genero. De verdad agradezco mucho que estoy bastante identificada con mi género. No es que sea la mujer mas femenina del mundo, sin embargo me siento bien como mujer, disfruto serlo y creo que tenemos muchas ventajas a pesar de no poder orinar de pie como los hombres.

Al finalizar el programa de radio todo el mundo empezó a hablar. Picamos, conversamos, pero aunque me sentía bien, también sentía como que me faltaba algo y después de mucho pensar recordé que eran los zapatos que estaban en la entrada lo que me faltaba! No suelo andar en la calle sin zapatos.

Fue una experiencia diferente, altamente recomendada. Creo que es normal llegar con las reservas con las que llegué yo, sin embargo una vez allí te das cuenta que todos están allí simplemente para pasarla bien, hablar abiertamente sobre nosotros mismos y sobre como nos sentimos. Me pareció algo muy tipo grupo de ayuda, no porque directamente las personas allí te aconsejen o ayuden como tal, sino porque uno mismo se puede ayudar a ir saliendo del cascaron, por lo menos gente como yo que tiene un cascarón de titanium. Muy interesante la verdad. Espero repetirlo pronto. Creo que son todos los sábados. Para mas información de este grupo entren en www.fundacionreflejos.com