El Recreo

El Recreo. Sitio de reunión por excelencia de la movida ambientosa caraqueña. Tengas un Mazda 6 estacionado en el sótano o tengas que pedir para completar el pasaje para la camioneta, toda la gente de ambiente se ha reunido en algún momento con otros coterráneos a comer alguito, tomar alguito y criticar mucho en las mesitas de la feria del C.C. El Recreo (también llamado La Laguna, Gaycreo, entre otras).

El área cercana a Wendys es la más visitada por carritos y peluches de todas las especies. Allí puedes encontrar carritos guerreros, carritos tierruos, carritos simpaticones, carritos encubiertos, así como también gran variedad de peluchitos fresas, peluchitos sexys, peluchitos feos, además de por supuesto, los más clásicos Fisher Price, que de acuerdo a la ocasión se acicalan para conquistar o por el contrario dejarse atrapar.

Los carritos, cazadores por naturaleza, siempre están observadores, esperando una presa disponible y que valga la pena. Son más vigilantes que los peluches, quizás porque usualmente están a la búsqueda de... Ellos son más buzos, son más obvios al mirar y admirar la belleza femenina. Son los que generalmente hacen el primer contacto visual.

Los peluches, tienden a dejarse conquistar, aunque en la actualidad, muchos peluches están más buzos y atacones que los mismos carritos.

Si uno observa detalladamente las mesitas de la feria del Recreo, se da cuenta que siempre están ocupadas por personas del mismo sexo. Ves una mesa con 3 mujeres comiéndose unos churros por aquí, otra mesa de 5 hombres tomando café por allá, otra de 7 mujeres y 1 hombre muy maricon echando cuento y jodiendo mas allá y alguna que otra mesita de esas altas con 2 hombres escondidos en una esquinita.

Las parejas heteros, familias y panas en general se sientan siempre en las que están un escaloncito más arriba… por el lado de Burguer Bistro o hacia el lado KFC, sin embargo, creo que esta minoría straight cada vez se reduce más.

Arriba, donde están las mesitas cercanas al cine también es un point de encuentro para la comunidad gay. Hace poco estaba allí sentada con mis panas y todas y cada una de las mesas estaba ocupada por gente de ambiente. ¿Qué como lo se? ¡Por que era obvio! De paso que el radar de todas estaba en funcionamiento, ¡así que no había pele!

En el Recreo puedes conocer gente muy fácilmente ya que según mi estadística muy personal, el 50% de las personas que están allí son gays y/o bisexuales y el restante 50% son mente abierta. Y es que cualquiera que vaya allá tiene que ser mente abierta porque se ve cada loooooca… o cada carritoooo…. Que bueh….

Ahora, ¿Por qué el Recreo y no algún otro centro comercial? Fácil. Esta rodeado de discos de ambiente y lo más importante de todo es que todas esas discos y bares abren a las 6 de la tarde, así que tipo 7, después del cafecito o el heladito uno se va con sus panas a cualquier disco de por allí y las posibilidades de que te consigas al carrito al que le estabas pistoneando mientras jugaban pool son muy muy altas.

Muy particularmente el único antro que me gusta de todos los que están por allí es la Fragata, cariñosamente llamado entre nosotras El Hueco o La F. Es el único con buena música, tragos decentes, baño con papel, y gente más o menos bonita.

Una vez, mi pana Galli me llevo a Dos Barras. O seaaaaaaa…. Nunca me había sentido tan… no se... no se si me veían por mi cara de ¡Asco que rayos hago aquí! O por mis gestos obvios de ¡No me dejen sola estoy asustada! Fue horrible. Le rogaba al Dj para que por fin quitara la salsa y solo la quito cuando estábamos bajando las escaleras para irnos.

Bueno, me salí del tema. Continuando con mi análisis del Recreo, creo sin temor a equivocarme que la gente de ambiente va al Recreo para ver bien y sobrios a la gente que seguramente mas tarde se encontraran en algunos de los antros que están por allí. Últimamente hay mucho pistoneo entre la gente. Eso no me agrada mucho porque yo no se pistonear, además de que para que yo haga el intento (más probablemente fallido) de pistonear con alguien me tendría que gustar físicamente y las posibilidades de que eso pase son bastante bajas, y no porque yo sea exigente, sino que tengo unos detallitos que si no los cumplen pues lamentablemente no me interesan.

1.- Debe ser más pálida que yo (Y valga decir que yo soy medio amarilla tirando a blanca) (((Ya con eso mi 100% del universo se reduce a 30%)))
2.- Debe ser igual o más alta que yo (Yo mido 1.66)
((((Ahora, de ese 30% que cumple el primer requisito me queda un 15%))))
3.- Debe ser rellenita (OJO, no estoy diciendo GORDA, es simplemente que no me gusta la gente flacuchenta, siento que en cualquier momento se van a partir, además que las flacas no tienen fuerza y a mi me gusta la gente fuerte)
((((De ese 15% que es mas blanco y alto que yo, me queda un 10% que además es rellenito))))
4.- Debe, y este punto de verdad es el más importante de todos, sin esto, así cumpla los 3 puntos anteriores no va pa’l baile. Debe obligatoriamente tener manos y ojos bonitos. No me refiero a manos cuidadas ni ojos claros. Me refiero a dedos largos y elegantes, odio los nudillos prominentes y los dedos chatos de esos que solo tienen un cuchitico de uña… ¡No! ¡No! ¡No! ¡Horrible! Y en cuanto a los ojos deben decir algo… deben tener como esa lucecita, ese brillo lindo que hacen resaltar hasta a los ojos más comunes del mundo.
(((Ya con estas dos cosas ese 10% se reduce indiscutiblemente a un si acaso 2%))))

Entonces, mis probabilidades de encontrar una media naranja en el Recreo, son bastante nulas, por eso nunca ando buscando a nadie por allí. Simplemente no creo que lo consiga sentado en la mesa del frente.

Ahora, ese es mi caso muy particular, pero para el resto del mundo, un mundo por demás quesuo’ cabe destacar, El Recreo y sus adyacencias son el lugar ideal para ir de cacería porque además de todo lo anteriormente nombrado, también tenemos bastante cerca la calle de los Hoteles, donde probablemente termina una buena velada de un gran porcentaje de hombres y mujeres que merodean en lo que algunos llamamos “Sabana Gay”.

Cuando tenga un poquito mas de tiempo continuaré con mi pequeño análisis del Recreo y sus alrededores, pero por ahora ya me voy a mimir. Tengo alergia y estoy cansadita por trabajar como una negra para vivir como una negra más negra todavía.